ACQUA DI PARMA perfumes y colonias

Acqua di Parma comenzó como una pequeña fábrica en Parma. La primera fragancia fue creada en 1916, Colonia, y en sus inicios se utilizaba para perfumar pañuelos de caballero. Colonia se convirtió en un verdadero símbolo de la elegancia italiana entre las celebridades americanas y europeas en los años de preguerra (década de 1930) y posguerra (década de 1950). Cary Grant y David Niven, Ava Gadner y Eva Turner, a los que más tarde se unió Audrey Hepburn, se encontraban entre los apasionados admiradores de Colonia. De una pequeña fábrica, Acqua di Parma creció hasta convertirse en una casa destacada con una amplia distribución. Por desgracia, el frívolo dictador de la Moda y la impredecible e injusta Fortuna le dieron la espalda a esta casa italiana: a los años de gran popularidad siguieron años de lucha por la supervivencia y contra
olvido.

A principios de los años 1990, tres italianos influyentes, Diego Della Valle (Tod's Spa), Luca Cordero Di Montezemolo (Ferrari) y Paolo Borgomanero (La Perla), unieron sus fuerzas en un impulso muy patriótico de preservar el clásico italiano: restaurar Acqua di Parma.

Reproducen viejos perfumes, inician nuevos proyectos, como la línea de aromaterapia Blu Mediterraneo, los perfumes para interiores, la colección Travel Collection de cuero... Buscando buenas inversiones y posicionamiento en el mercado internacional, los tres caballeros firmaron un contrato con un gigante del lujo. LVMH, que en 2003 pasó a ser propietaria del Acqua di Parma completo. El magnífico ejemplar de estilo italiano se salvó y continuó con éxito su desarrollo. Una vez más, Hollywood ha vuelto su rostro hacia la pequeña pero orgullosa Acqua di Parma: el cariño de sus famosos predecesores ahora se ha transmitido a Kevin Costner, Woody Allen, Sharon Stone...